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Cuidado con los colores de su semáforo del estrés.

La dolencia es un estado de cansancio mental y físico, existen indicios para descubrir qué nivel de agotamiento se tiene. Hay formas para resolverlo.

Sentir una gran tensión, acompañada de nerviosismo, frustración y enojo son algunos de los síntomas que indican que una persona sufre de estrés.

Según un artículo de Medicine Plus, existen dos tipos de la afección que son los más frecuentes.

El primero es el agudo, se presenta cuando ocurre algo nuevo o cuando se enfrenta a situaciones de peligro o presión, pero que no es duradero, sino que pasa por un corto plazo.

El segundo es el crónico, que tiene una duración muy prologada y que afecta a otros aspectos de los seres humanos como la salud o las relaciones interpersonales.

En eso coincide Luis Arocha Mariño, docente, investigador y médico; conocido como el “Doctor Cero Estrés”, quien aseguró que muchas enfermedades se desarrollan después de sufrirlo. Entre las más frecuentes están la diabetes, insuficiencia cardíaca o presión arterial alta.

En muchas ocasiones el estrés es provocado porque no hay concordancia entre las expectativas de una persona y lo que ocurre en su vida, acota Arocha.

Dolores de cabeza, achaques, cansancio, falta de energía y problemas digestivos pueden ser señales de tenerlo.

El semáforo del estrés determina el nivel de afección.

EL ROJO ES UN PROBLEMA DELICADO.

Es el punto más alto del semáforo y el que más consecuencias malas tiene, en este se presentan miedos incontables y tensión contante. También enfermedades como la depresión, el cáncer, la diabetes, malestares estomacales, pérdida o aumento de peso, entre otros, contó Luis Arocha.

Ante ello, es importante que las personas se sometan a tratamientos médicos para poder superar ese estado, expresó Arocha.

EL NARANJA NO ES UN BUEN INDICIO.

Cambios repentinos de humor y de comportamiento, estar irritable y no tener paciencia para compartir con los demás y tener dolores crónicos de cuello son señales de que una persona llegó al nivel naranja, confirmó Luis Arocha, psiquiatra.

Cuando las personas dejan de compartir con alguien o le indican que “ya no es el mismo”, es momento para buscar ayuda de un experto, manifestó.

TENER EL AMARILLO ES CONTROLABLE.

Muchas personas viven en un cambio constante entre el nivel verde y el amarillo, en este último los seres humanos sienten temores a distintas situaciones, sufren ligeros insomnios, amarguras y decepciones por cosas que no pueden conseguir, comentó Luis Arocha.

Pese a ello, con ejercicios de relajación y meditación pueden regresar a sentirse plenos, manifestó Arocha.

El verde es ideal para la vida.

Es tener gratos y buenos momentos de felicidad, sentirse bien con lo que se hace y con lo que se es son indicadores de que un individuo se encuentra en nivel verde, aseguró Luis Arocha, especialista.

Sin embargo, en la vida no todo es felicidad y existirán momentos de tensión, de enojo y tristeza, pero que si son bien manejados no permanecerán por mucho tiempo, dijo Arocha.

Autor: Andrés Altamirano – Diario El Urbano, Quito. Ecuador
https://issuu.com/diarioelurbano/docs/elurbano_020817