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La respuesta insólita: La neurocodificación como eje integrador de la psicoterapia del siglo XXI

“La cibernética constituye el mayor mordisco que se ha dado a la manzana del conocimiento en la historia humana” Gregory Bateson

INTRODUCCIÓN

La consultante (C) entra en el gabinete caminando rápidamente. A pesar de su velocidad, el terapeuta (T) logra detectar que su cabeza permanece gacha, los hombros caídos y nota unas lágrimas que se asoman a sus ojos. Deduce que ella no registró los hermosos cuadros que adornan la pared del consultorio. En silencio, sigue detalladamente los movimientos de C. En ese momento ella dice:

C: “Ya no soporto más esta enorme carga que llevo encima”

Lejos de preguntar datos generales o exigir explicaciones causales, T entrenado en los avances de las diferentes ciencias que hoy abordan de manera tan revolucionaria el estudio del cerebro humano y sus interconexiones con el medio, sigue la comunicación insólita que C sin saber y sin
proponérselo ha iniciado:

T: Y, dígame ¿Qué tan grande es esa carga?
C: Inmensa doctor… (Parece no haberse dado cuenta de que sigue una conversación propia de realidades virtuales que recién comenzamos a explorar en profundidad)
T: Y… ¿Puede decirme que forma tiene esa carga?
C: (levanta la cabeza con algo de extrañeza y sin embargo, parece dispuesta a continuar este juego verbal poco lógico): Es como un escaparate… Sí, como un gigantesco escaparate…

Las señales no verbales le indican a T que efectivamente C está siguiendo el interrogatorio y que en su ojo virtual ella está mirando un objeto grande delante de ella y que la tiene atrapada en su atención. Usando sus conocimientos al respecto, continúa utilizando la magia de la comunicación para profundizar sus intervenciones.

T: Y… ¿Podría decirme que color tiene? ¿De qué material está hecho?
C (Ya las evidencias no verbales indican que está calmada, sorprendida y curiosa frente a lo que viene): Es como…metálico… negro, muy negro.
T: Y… ¿Qué color tendría que tener para no molestar tanto?
C: ¿azul claro? (superpuesto)
T: Y… ¿Qué ud pudiese examinar su contenido con tranquilidad? (superpuesto)
T: Muy bien, píntelo de azul claro en este mismo instante, AHORA (La voz de T se transforma al ser proyectada con fuerza y aumentando su tono)
C: Sí, lo puedo ver claramente, se convirtió en un saco blanco. Me siento más tranquila…

Lo que vino después fue una descripción de dificultades en sus relaciones con el esposo y los hijos que llevó a una terapia familiar de tres sesiones donde, usando métodos similares y compatibles con lo mostrado, los miembros de la familia expresaron su gran satisfacción con los resultados, ya que condujo a una mejora significativa de los estados de ánimo de cada uno y a una regeneración sustancial de las formas específicas de comunicación entre ellos. Un control al año de las entrevistas realizadas mostró más avances en el estilo y calidad de vida de la familia.

A partir de los cambios producidos en diversas áreas del conocimiento científico, especialmente en la física, durante los inicios del siglo XX, se generaron francas rupturas filosóficas y epistemológicas en las visiones del mundo, lo cual impactó especialmente las vanguardias del conocimiento
filosófico, educativo, psicológico, antropológico y social. De una visión basada en el atomismo, las categorías rígidas, la esencia, la causalidad y la energía (“genio y figura hasta la sepultura”), se pasa a estudiar muchos fenómenos desde una perspectiva abierta, sistémica, guiada por la incertidumbre y la inestabilidad, entendiendo los fenómenos más como procesos retroalimentados y basados en la información y su transmisión, su codificación y decodificación (“Se como la espiga, se dobla con el viento”).

La psicología, la medicina y las ciencias sociales han sido fuertemente impactadas por este nuevo movimiento. Así, la visión freudiana de los conflictos humanos desencadenados por fuerzas interiores (energía) que requieren de su liberación para lograr el equilibrio, dependiendo únicamente de
las fuerzas interiores del propio individuo (individualismo) y obedeciendo a estímulos genéticos o influencia parental (causalidad), sufre desde esta perspectiva, una profunda transformación, tal como veremos a lo largo del presente artículo, gracias a las sucesivas contribuciones de una visión
epistémica diferente, basada en la interacción humana, es decir, la comunicación, la confluencia de intercambios con otras disciplinas (física, computación, robótica, neurociencias, antropología, entre otras), una apertura al estudio de la dinámica de los procesos, así como la predominancia de
la virtualidad sobre la esencialidad y un significativo avance tecnológico en los medios para indagar el funcionamiento cerebral y sus transformaciones (Tomografía de emisión de positrones, electromagnetografía, Resonancia magnética funcional, técnicas estereotáxicas, entre otras).

En el campo filosófico y terapéutico resultó un salto sorprendente y apreciable la constitución del constructivismo-deconstructivismo (1) que abre un marco para la consideración de la vida humana como un espacio abierto, cocreado en la relación entre un cerebro con potencialidades no conocidas de un todo y un mundo que recibe nuestras influencias y acciones específicas, lo cual unido a los hallazgos de plasticidad cerebral, nos coloca como seres creadores y transformadores de la experiencia vital a todo lo largo de nuestra vida individual. Conceptos de gran importancia para el oficio terapéutico ya que abre las puertas de la esperanza a cambios en CUALQUIER momento y bajo circunstancias anteriormente asumidas como irreversibles o muy difíciles de abordar (2), (3).

Aunado a lo anterior, los descubrimientos neurocibernéticos de años recientes permiten entender que nuestro cerebro opera en forma de circuitos alimentados mediante el intercambio de información (visual, auditiva, kinestésica, gustativa y olfativa) con las otras personas y el medio ambiente, generando PATRONES de predicción y evaluación de respuestas que asumimos como realidad. Por otro lado, se ha demostrado que esos procesamientos que se convierten en códigos de respuesta, no son elaborados en un lugar único de nuestro cerebro, sino que funcionan como un sistema de señales a lo largo y ancho de nuestro cerebro (4). La consecuencia virtual de esto fue recogida por Richard Bandler (5) bajo el término de submodalidades, consistentes
en las características inherentes a la representación sensoperceptiva de la captación de los sentidos, por ejemplo, para la vista el tamaño de la imagen, colorido, foco, etc. De allí que algunos autores señalen que la Programación NeuroLingüística o PNL constituye el descubrimiento del sistema operativo cerebral (6).

La correspondencia entre los hallazgos realizados por las exploraciones minuciosas del cerebro y el comportamiento “mental” es tan fuerte que podemos asegurar que la psicoterapia en realidad configura una suerte de neurología virtual donde podemos entender el intercambio humano (incluyendo
lo que ocurre dentro del consultorio) como un sistema de estímulos fisico-químicos que producen resultados en versión múltiple (7) que originan el comportamiento en sus diversos niveles conocidos: pensamientos, emociones, sentimientos y acciones. Además, existen altas evidencias de
que tales comportamientos no ocurren en forma integrada sino yuxtapuesta, dándole a los sentimientos el carácter de marcos para el sentido y significado de nuestras experiencias cognitivas (8), (9).

En el campo de las interacciones sociales (podemos asimilarlas como intercambios informacionales entre cerebros) Watzlawick y colaboradores (10) establecieron cinco clásicos axiomas que rigen cualquier encuentro humano y que conforman un valioso auxiliar para el acto terapéutico y el cual no ampliaré aquí debido a la extensión del presente artículo.

Otro desarrollo importante tiene que ver con el uso de las metáforas como guía del proceder humano y que algunas escuelas están aplicando con alto rendimiento (11), (12). Al correlacionarlo con los hallazgos neurológicos encontramos que las metáforas funcionan a un nivel elevado de nuestra virtualidad donde conjugan los sentimientos, las emociones y las cogniciones redundantes en nuestra mente. De allí quizá el enorme poder transformador que arrastran consigo cuando son utilizadas como en el ejemplo que inicia el presente artículo.

MODELO NEURO-PSICO-SOCIO(PATO)LÓGICO

De la revisión de los aportes señalados y algunos otros más que no podemos detallar por la extensión del presente artículo, derivamos un modelo teórico, Integrativo, orgánico y fluido alrededor del concepto de neurocodificación; entendiendo por ésta la correspondencia biunívoca que el cerebro humano establece cibernéticamente entre los diversos estímulos que procesa desde sus sentidos, mediante la creación de circuitos cerebrales, y las respuestas
somáticas, cognitivas, emocionales, sentimentales y de acciones que genera a partir del procesamiento de los estímulos captados por el sensorio. El resultado, que llamamos experiencia virtual o mente y configura PATRONES de respuesta, compatibles según el teorema de De Bono (13), no es un producto homogéneo sino que está configurado por una serie de yuxtaposiciones que siguen mecanismos de distinción, identificación, categorización, síntesis, vinculación y jerarquía en la información manejada, tanto somática como lingüística y paralingüística. El concepto de estados y significados meta es el que mejor traduce
dicha capacidad “versionaria” de nuestro cerebro (14). A esta experiencia virtual compleja es lo que solemos llamar realidad. De aquí la terapia se constituye en una forma de influenciar, mediante actos de comunicación humana, los patrones de neurocodificación de cada consultante, para TRANSFORMAR su experiencia virtual limitante en un estilo y calidad de vida más flexible, plena y saludable, lo cual logramos mediante procedimientos que apunten precisamente a esa manera particular como cada consultante codifica y recodifica las informaciones que constituirá en patrones de desenvolvimiento. Distintos niveles de intervención son elaborados para dichos logros, donde consideramos los efectos lingüísticos y paralingüísticos de las intervenciones
comunicacionales dirigidas a “bombardear” las versiones limitadas cognitivas, afectivas, emocionales, representacionales y conductuales acerca de si mismo, el mundo y las relaciones interpersonales que el consultante exhibe en la relación con el terapeuta. De ello, nos ocuparemos con detenimiento en otro lugar. Además, dentro de este enfoque cobran sentido muchas intervenciones de diferentes teorías anteriores, tales como psicoanálisis, conductismo, gestalt,
cognitivo conductual, etc.

Acá resumiremos el procedimiento “standard” que utilizamos para guiar las entrevistas y que agrupamos bajo el acróstico IPIROPPLAN, como facilitador mnemotécnico.

IPIROPPLAN: PLANIFICACIÓN Y EVALUACIÓN DE ENTREVISTAS PSICOTERAPÉUTICAS

¿Se establece un buen rapport basado en una observación y calibraje adecuado?

Identificación: ¿A quienes tenemos delante? Otorgamos un nombre metafórico.
¿Están completos los datos? ¿Identificamos zonas de apalancamiento útiles en el sistema consultante? Implica la familia, allegados, amigos, trabajo, etc.
Problema(s): ¿Se identifican, delimitan y definen problemas interpersonales e intrapersonales? ¿Quedan algunos implícitos?
Intentos de solución: ¿Se exploran los intentos fallidos de solución? ¿Se establece un patrón de solución en los consultantes?
Recursos: ¿Se exploran recursos emocionales, cognitivos, información, materiales, personas, tiempo? ¿Resultan colaboradores, pasivos o saboteadores?
Objetivos: ¿Se delimitan y definen las soluciones, los logros y sus consecuencias en forma precisa? ¿Explícitos o implícitos? ¿Bien formulados y ecológicos?
Pronóstico: ¿Si no se tratan, qué creo que ocurrirá? En caso positivo ¿qué va a suceder? ¿Contamos con recursos para ayudarlos realmente? ¿Cuál sería el estilo más indicado? ¿Quién lo haría mejor?

PLAN

Estrategia: ¿Se establece quiénes, cuándo, cuánto, dónde, con quién y el diseño global del trabajo? Acá decidimos si el abordaje será individual, en pareja, familia u otro.
Tácticas: ¿Se realiza abordaje desde representaciones, metáforas, indicaciones, paradojas, interpretaciones, tareas o algún otro?
Técnicas: ¿Qué técnicas en específico se utilizan durante la sesión? ¿Se indican tareas específicas? ¿Cómo se desenvuelve la conducción terapéutica?
Chequeo: ¿Se realizan chequeos de corto, mediano y largo plazo? ¿Se fueron mejor que como llegaron? ¿Se toman en cuenta las señales de logro para evaluar los resultados? Señales de logro:

  1. Declaración congruente del consultante.
  2. Realización de actividades incompatibles con el problema.
  3. Declaración de terceros.
  4. Una creciente mejora en el estilo y calidad de vida.
  5. Apreciación subjetiva del terapeuta (test, mediciones).

¿Qué hubieras hecho tú?

“Cuando estoy frente a un paciente tengo una sola idea en mente: ¿Cómo ayudo a esta persona a vivir mejor?” Virginia Satir

BIBLIOGRAFÍA

  1.  Nardone, G. y P. Watzlawick: Terapia breve: filosofía y arte, Herder, 1999, cap. 1.
  2. Matthews-Simonton, S. et al: Recuperar la salud, Los libros del comienzo, 1992, passim.
  3. C. Andreas y S. Andreas: Corazón de la mente, Cuatro vientos, 1989, passim.
  4. J. Le Doux: El cerebro emocional, Ariel/Planeta, 1999.
  5. R. Bandler: Use su cabeza para variar, Cuatro Vientos, cap 2 y 3. 
  6. Dilts, R. et al: Neurolingüístic Programming, vol. I, Meta Pub, 1980. 
  7. Dennett, D.: La conciencia explicada, Paidós, 1995. 
  8. Damasio, A.: El error de Descartes, Crítica, 1996. 
  9. Gazzaniga, M.: Cuestiones de la mente, Herder, 1998, pags 17 y sig. 
  10. Watzlawick, P.: Teoría de la comunicación humana, Tiempo contemporáneo, 1974, caps. 2 y 3. 
  11. Zeig, J. y S. Gilligan (comp.): Terapia breve, Amorrortu, 1994, 1ª y 5ta partes.
  12. Lawley, J. y P. Tompkins: Metaphors in mind, Developing Company Press, 2000.
  13. De Bono, E.: Lógica Fluida, Paidós, 1996, cap. 4.
  14. Bateson, G. :Beyond the double bind, Brunner/Mazel, 1978, cap. 3.

Dr. Luis Arocha Mariño -Psiquiatra desde 1977, dedicado por mas de 30 años al estudio, investigación y docencia en lo concerniente al cerebro, la mente y sus posibilidades de utilización efectiva y eficiente para el cambio humano positivo, la educación y la salud integral. Realizó estudios de PRACTICANTE, MAESTRO PRACTITICANTE y ENTRENADOR en PNL, certificándose como tal. Certificado como coach por la I.C.C. (Internacional Coach Community) Se desempeña como docente de pregrado y postgrado en la Facultad de Medicina (UCV) desde 1979, donde actualmente regenta lo asignatura de Comunicación Humana, PNL y Psicoterapia desde 1990. Miembro fundador de la Unidad de Comunicación Humana y Terapia Familiar [UCOHTEF) de lo Escuela J. M. Vargas de Medicina (UCV). Ha participado en talleres de actualización con Richard Bandler y John Grinder (cocreadores de la PNL)

Ha entrenado cientos de profesionales (médicos, psicólogos, educadores, gerentes, entre otros) en el dominio de las competencias típicas de la comunicación humana, la PNL, las organizaciones y la clínica de conflictos, durante más de 20.000 horas de actividad docente, de monitoreo y de facilitación.A nivel organizacional se ha desempeñado como asesor empresarial y facilitador en clínica de conflictos y comunicación humana, fundamentalmente. Más de 50 organizaciones de diversa índole se han beneficiado de sus conocimientos. Es creador de los Modelos: NEUROCODEC, modelo teorético de estudio, comprensión y transformación humana positiva, generativa y evolutiva, IPIROPPLAN, para el diseño de la psicoterapia y 4AM o Madrugador para el liderazgo organizacional, el Inventario de Autoestima Auto administrado ( IAA), así como los métodos APUNTE para el logro de objetivos, RECAPACITE para la Motivación Organizacional, el Modelo MAPI (Modelo de Alta Precisión Integrado) para el uso claro y preciso del lenguaje verbal, ICARUS para reuniones efectivas, el Modelo RRIEES! (Representación, Repetición, Intensidad Emocional, Extensión Semántica) para el dominio acelerado de los Procesos Mentales y C.A.E.S. (Comunicación Armónica Efectiva y Solidaria), para relaciones creativas, consensuales y de trasformación social positiva.