Entrevista de Raúl Vallejo a Luis Arocha Mariño
¿Qué aplicaciones prácticas tiene NEUROCODEX?
NEUROCODEX es un modelo inspirado en lo mejor de las teorías y aplicaciones prácticas que contribuyen a la felicidad humana. Es el producto del análisis científico, ético y pragmático de las 200 propuestas más eficientes y eficaces que hemos encontrado en el mundo moderno, podemos mencionar la PNL, el Secreto, las leyes espirituales de Chopra, E.M.D.R. y su variante N.E.B.A., la hipnosis, la neurocibernética, el psicoanálisis, la Gestalt, Noesiología, la comunicación humana, la ontología del lenguaje, la comunicación no violenta, la gestión de conflictos, gerencia moderna, las más avanzadas técnicas de psicoterapia, y pare de contar. Derivamos de allí un conjunto de herramientas fáciles, versátiles y divertidas que permiten el cambio humano positivo en forma segura y rápida. Su formulación básica –la manera como CADA cerebro codifica sus experiencias cotidianas- la sintetizamos en el acróstico P.E.S.A. (Pensamientos, Emociones, Sentimientos y Acciones) y entrenamos en su utilización para cada situación que vivimos cada día para facilitar que nuestro cerebro tome lo más conveniente a fin de lograr lo que andamos buscando. Nuestro lema es: “Haz que lo que te pesa se convierta en tu P.E.S.A. de entrenar”. Formamos a la gente para construir el vector mental que lo hace posible. Tiene aplicaciones prácticas en: la vida cotidiana, en las relaciones de pareja, familiares, laborales… En la superación de temores, hábitos (fumar, beber, etc), enfermedades; en lo espiritual, es decir, en todo aquello donde está involucrada nuestra mente, nuestro espíritu y nuestro cuerpo.
¿Es un poco paralelo o adelantado de la PNL?
Adelantado. Utilizamos una metodología semejante a la que usaron Richard Bandler y John Grinder (creadores de la PNL) en los años setenta del siglo pasado. Ellos tomaron lo mejor que había en el campo de la psicoterapia, lo modelaron, lo matematizaron y lo generalizaron al quehacer humano. Indudablemente, es una de las herramientas más poderosas que hayamos conocido y que incorporamos al rompecabezas actual que es NEUROCODEX: la sistematización e integración en un solo modelo de lo más útil que hay en la actualidad. Amén de lo dicho, nosotros logramos integrarlo a corrientes filosóficas y éticas que van mucho más allá del aspecto pragmático de la PNL. Para nosotros en un gran orgullo que una tesis como NEUROCODEX haya sido construida en Venezuela, durante un tercermundismo que aterra y que supera notablemente cualquier propuesta de los llamados países avanzados.
¿Qué aplicación práctica tiene NEUROCODEX en las relaciones de pareja, en lo afectivo, lo social, lo laboral, lo financiero, lo sexual?
Has mencionado las principales áreas del quehacer humano. TODO tiene que ver con cómo el cerebro procesa la información que le llega. Así, los patrones que yo uso para relacionarme con mi pareja –quien por cierto tiene otros patrones de relación- he de acoparlos en la dirección del bienestar y la convivencia armónica y divertida para poder vivir plenamente. Es un asunto de comunicación, donde si conozco y he introyectado las leyes de relación humana, me irá mucho mejor. Y si generalizo los patrones donde me llevo bien, ya sea en el trabajo, en lo financiero, etc lograré lo que cada uno de nosotros anda buscando: ser feliz. Por eso, en nuestros entrenamientos no dejamos nada por fuera: abarcamos todos esos aspectos que has mencionado. Además, añadiría bienestar personal, que implica salud física, mental y espiritual. En dichas formaciones ejercitamos, hasta el dominio, las herramientas específicas que conducen inexorablemente a los resultados que esperamos. La única limitante está en la disposición para hacerlo ya que el cerebro sólo sabe aprender y toma lo que le suministremos…
¿Qué aplicaciones tiene para la formación u orientación de niños y adolescentes?
Tendemos a considerar que los niños y adolescentes son tal cosa. Eso es falso, la niñez y la adolescencia son ETAPAS del devenir del ser humano. Son fases de entrenamiento para la vida adulta. Si la hacemos divertida, profunda, crítica y participativa será gozoso el proceso y los resultados impresionantes, serán adultos amorosos, creativos, solidarios y transformadores de la sociedad hacia el viejo sueño eterno: construir un mundo donde a cada uno de nosotros le provoque vivir, como dice Robert Dilts. Nosotros disfrutamos mucho cuando atendemos niños con severos problemas de rendimiento escolar que en un par de meses pasan a ser los mejores del salón o cuando un joven rebelde y malcriado se convierte en un faro para el resto de la familia, una vez que domina las herramientas de la transformación positiva, que no es otra cosa que seguir el potencial natural de nuestra especie. La única distinción válida entre nosotros y el resto de los simios es una educación plena de la P.E.S.A. en direcciones claras y plenas hacia la civilización y la ciudadanía, entendiendo ésta como la convivencia armónica, efectiva y solidaria. Por cierto, acróstico de una de nuestras herramientas específicas de trabajo: C.A.E.S. (Convivencia Armónica, Efectiva y Solidaria), taller donde sembramos los valores que guían una conducta socialmente saludable: Responsabilidad, compromiso, amor, compasión, respeto, solidaridad y otros que generan los participantes de dicha actividad.
¿Las palabras decretan? ¿De qué forma lo hacen?
Efectivamente, la distinción útil que señalamos más arriba, consistente en la educación ciudadana sólo es posible mediante el lenguaje, facultad exclusivamente humana. Ahora, en nosotros subyacen nuestros antepasados: monos, ratas, caimanes, abejas… en una curiosa yuxtaposición neurológica que hace que cuando somos presas de intensas emociones, retrocedemos en nuestro comportamiento. Por eso decimos que alguien víctima de una intensa rabia, tristeza o temor abandona la condición humana por el tiempo que es presa de tales estados intensos. Una vez que regresamos al polo humano recuperamos el poder del lenguaje, el cual nos permite incidir notablemente sobre las decisiones de acción, corporales, etc.
De esa manera, el lenguaje y cómo específicamente lo usamos forma un marco dentro del cual nuestra P.E.S.A. opera: si decimos “no valgo nada”, nuestro cerebro buscará en la memoria las experiencias asociadas que incluye emociones y sentimientos, doblaremos el cuerpo y ya está, entramos en una actitud de minusvalía. Si recordamos los momentos en los cuales dijimos “Ah! Qué poderoso soy”, nuestro lenguaje escarbará en los recuerdos de poder y los sentimientos correspondientes enderezarán nuestro cuerpo y seremos capaces de actuar en consonancia. Claro, todo este proceso requiere que yo conozca y maneje las rutas neurolingüísticas para hacerlo sencillo y rápido. Esto es lo que hemos integrado con NEUROCODEX. Hasta mediados del siglo pasado no sabíamos cómo hacer eso, desde entonces han surgido modelos y herramientas que lo hacen posible y nosotros los integramos en NEUROCODEX. Lo repetimos a cada momento: Por fin la humanidad cuenta con las herramientas para alcanzar la felicidad conjunta, nuestro reto ahora es conocerlas, aprender a manejarlas y aplicarlas cada día de nuestra vida. Esa es la misión de NEUROCODEX y que nosotros asumimos.
¿Reafirmando nuestros pensamientos podemos cambiar nuestra conducta? ¿De qué forma nos puede ayudar el NEUROCODEX?
Lo que hace complejo el cambio humano es la diversidad de funciones simultáneas del cerebro. Recuerda que nosotros las reducimos a cuatro macrofunciones: Pensamientos, Emociones, Sentimientos y Acciones. La P.E.S.A. Lo que volcamos en una forma de entrenamiento. Hay que lograr un equilibrio dinámico y contextualizado de los cuatro componentes para que estemos tranquilos y seguros de nuestra vida. Para ello, hemos de lograr una masa crítica en cada componente que esté en sintonía con nuestros valores, expectativas y contexto específico donde nos movemos, es por ello que debemos aprender a hacerlo, no es natural ni espontáneo, tenemos que construirlo con un esfuerzo consciente y orientado, de la misma forma que fabricamos peines, carros o chicles. Hemos de armar una plataforma mental y de acción para hacerlo posible. Lo importante es que ya aprendimos cómo hacerlo, luego de muchos siglos de búsqueda. Por eso decimos “ya no podemos vivir inocentemente”; de la misma manera que usamos un champú en particular y seguimos un proceso para lavar bien el cabello, ahora, podemos desarrollar una serie de hábitos que nos permiten adueñarnos de nuestros pensamientos, emociones, sentimientos y acciones en la dirección correcta y saludable para todos nosotros. Ese es el reto de nuestro naciente siglo.
Luis Arocha Mariño responde a Raúl Vallejo.
Caracas, Junio 2009