Skip to content

Gerenciando en tiempos de incertidumbre

Bienaventurados los flexibles porque ellos no se romperán cuando los doblen. Michael McGriff

Cuando en las asesorías y entrenamientos organizacionales me sugieren las dificultades inherentes a los tiempos de crisis e incertidumbre, tal como se caracterizan los tiempos actuales de comienzo de milenio, inmediatamente pienso en personajes como Nelson Mandela o el Dalai Lama, o José, mi vecino, quien superó varias crisis de diversa índole: de salud, financiera, familiar y de empleo; así como también vienen a mi memoria empresas gigantes hoy por hoy que se iniciaron en medio de verdaderas tormentas contextuales, como FEDEX, G.E. y Revlon, para mencionar algunas archiconocidas. Luego devuelvo la siguiente pregunta: “¿Cómo específicamente lograron estas personas y empresas superar la visión pesimista que caracteriza a la mayoría de las personas cuando “el afuera” se pone difícil?” y “¿Cómo se organizaron para constituirse en un equipo, coordinado en forma sabia, para ser lo suficientemente creativos y salir adelante?”

Como podrá imaginar, amable lector(a), comienzan a salir una serie de aportes muy importantes que llenarían una biblioteca completa. Desde contribuciones muy viejas, como las sanas recomendaciones de los antiguos vedas y griegos, hasta recientes contribuciones significativas como los hábitos de S. Covey, su propuesta de la 3era. Alternativa, la Ontología del Lenguaje, la Programación Neuro Lingüística (PNL), la Indagaciones Apreciativas, la Dialógica, los equipos de alto desempeño, las Organizaciones Inteligentes, entre muchas otras contribuyas al desenvolvimiento efectivo de las organizaciones como tal. Un verdadero mar de apoyo y asistencia a la vida empresarial y a las actividades gregarias productivas y de desarrollo humano. El lado limitante de tales contribuciones es que terminan abrumando a los que intentan aplicar tanta información, contribuyendo a la sensación de limitación frente a los bruscos y a veces inadecuados cambios en el entorno socio-político y económico. Lo llamamos con frecuencia la nueva “torre de Babel informativa”, pues realmente resulta dolorido y angustioso el poder elegir cuáles de las herramientas serán las más indicadas, por su rapidez, precisión y efectividad, para afrontar las crisis que se presentan en la actualidad.

A partir de allí, hemos dedicado más de 35 años a recoger, estudiar, sistematizar, probar e integrar en paquetes accesibles y productivos, la mayor cantidad posible de herramientas que existen o van saliendo a la luz pública y que favorezcan notablemente no sólo el sobrevivir a las terribles tormentas que azotan el mundo organizacional y empresarial, sino que brinden hojas de ruta seguras que permitan el máximo de flexibilidad a la hora de tomar decisiones que hagan crecer a dichas organizaciones. Pues, en el fondo, lo que permitió a las personas y organizaciones mencionadas al inicio del artículo tener éxito, fueron las decisiones que tomaron en los momentos justos para ser tomadas, además de llevar una visión clara y precisa con capacidad de hacer ajustes en los instantes adecuados, con una gran tolerancia hacia el error y una facilidad expresa para convertir tales equivocaciones en rápidas correcciones, las que ayudaron a volver sobre la visión contemplada, logrando recuperarse y aprender de cada vuelta de tuerca de la vida, para tener una intuición cada vez más desarrollada y una actitud cónsona con tal aprendizaje. Este proceso lo recogemos en una macroherramienta que denominamos 4×4 o “todo terreno”, caracterizado por cubrir cuatro etapas frente al intento de llevar a la práctica nuestra planificación en ambientes inestables:

  1. Fije claramente las metas y direcciones.
  2. Haga un ensayo en esa dirección.
  3. Note las desviaciones o errores cometidos. No se queje, ni acuse, ni culpe, vaya al paso 4.
  4. Aplique una corrección y vaya al paso 2 y luego chequee con el 1. Ponga en marcha la espiral de mejoramiento continuo.

Decimos que del error al terror solamente hay una letra y esa letra la podemos construir mediante la queja, el malestar, la culpa, la acusación o cualquier otro tipo de remordimiento, los cuales ya han demostrado su ineficacia para avanzar, razón por la cual la eliminamos como paso sin sentido hacia el logro de resultados, cualesquiera que sean los vientos que intentan detener nuestro avance.

Ahora bien, para contar con la motivación suficiente con el fin de afrontar con estos criterios nuestras decisiones, contemplamos en pasos estratégicos la configuración de una estructura dinámica que facilite un trabajo coordinado entre diferentes personas que aglutinen una política y un accionar sin perdernos del camino. En primer lugar se trata de pasos que contemplan la complejidad humana y sus relaciones para cubrir todos los aspectos que afecten las decisiones. Comenzamos por los elementos personales afectivos que impulsan a cada miembro del equipo a expresar su deseo de participar en las actividades específicas que le permitirán contribuir a los logros de equipo, al cual llamamos entusiasmo, luego tratamos los aspectos cognitivos y cognocitivos involucrados (cuán informado y preparado estás para asumir tales decisiones, o conocimiento), para después contemplar el monto de responsabilidades personales y de grupo que atañen a las decisiones involucradas, después establecemos los niveles de compromiso que estamos dispuestos a asumir en la relación de coordinación de acciones que complementan la labor conjunta. Esta macroherramienta, denominada “espiral del Mejoramiento Continuo”, nos garantiza seguir paso a paso las diferentes decisiones y acciones específicas que nos conducirán en medio de cualquier huracán socio-político-económico avanzar en nuestras metas y prepararnos para el mayor disfrute de mejores tiempos y de una excelente experiencia resolviendo crisis, pues como señala Antonio Vives, de Computere: “Muchas veces las crisis sirven para separar el trigo de la paja” y Carlos Recio, de la Cámara de Comercio de Murcia: “En tiempos de crisis surge la creatividad empresarial”.

Por el Dr. Luis Arocha Mariño. Médico Psiquiatra. Neurotecnólogo. Estratega Comunicacional.
Conflictólogo organizacional. Trainer PNL. Creador de NEUROCODEX.
Coordinador del área de (I&D)2 de ILACOT (Instituto Latinoamericano de Coaching y Terapia).
luisarochaster@gmail.com
Agosto, 2012