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¿Países en crisis: fábrica de infelicidad? ¿Podemos ser felices ante el caos?

En países donde la inestabilidad económica, el desempleo, la inseguridad, la incertidumbre y mucho más forman parte del día a día, es común que algunas personas se vean afectadas emocionalmente. Vivir en un ambiente hostil hace que nuestros niveles de confianza disminuyan porque, muchas veces, las metas e intereses giran en torno a saberse en un terreno seguro y económicamente estable.

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Por este motivo, cuando un país llega a manifestar malestares en sus aspectos económicos, sociales y políticos de magnitudes elevadas, se configura un período de crisis. Este término, por lo general, hace referencia a la escasez de productos y servicios que afecta la producción y comercialización del consumo masivo. También, a la desestabilización social y la represión política.

En este sentido, si el centro de las noticias diarias apunta al mercado financiero, la violencia, la inseguridad y la batalla de los sectores políticos, el individuo reconociéndose ciudadano, experimenta una sensación de inestabilidad, miedo y desconcierto. Ante este panorama, cabe preguntarse ¿podemos ser felices ante el caos?

La definición de felicidad extraída del Diccionario de la Real Academia Española es la siguiente: “Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien.” Tomando en cuenta esta enunciación, podemos deducir que generalmente la felicidad está asociada a lo material. También la RAE, nos da una segunda definición: “Satisfacción, gusto, contento”. Es aquí cuando podemos afirmar: el motivo por el cual los individuos se sienten infelices tiene relación con la economía y los niveles de inseguridad de un país.

Si nos asaltan, perdemos nuestros bienes materiales y en algunos casos lamentables, hasta la vida. Si el país tiene desensos en los indicadores bursátiles, nuestro bolsillo se ve afectado, incluso la permanencia en nuestros empleos. Además, el estrés aparece cuando salimos a la calle y estamos en alerta constante de lo que nos pueda pasar. Por estas razones, comenzamos a experimentar estados de miedo, frustración, desconfianza, baja autoestima, desorganización, angustia, pensamientos turbadores que son elementos que precisamente contribuyen a la infelicidad.

Ahora bien, el Dr. Luis Arocha Mariño, descubridor-creador de NEUROCODEX, basándose en las investigaciones recientes sobre el cerebro-mente, nos señala: “Mientras peor afuera, mejor adentro”. Con esta afirmación, el Dr. Arocha hace referencia a que la felicidad está dentro de nosotros mismos más que fuera, como un tesoro que debemos custodiar y mantener con las tecnologías apropiadas disponibles en la actualidad. Sentir la verdadera felicidad ante un ambiente caótico se logra con conocimiento, entrenamiento y dominio de herramientas que nos ayudan a fortalecer nuestra autoestima, determinación y confianza en nuestras competencias. Al adquirirlas y ponerlas en práctica, podemos llegar a equilibrar nuestro P.E.S.A (Pensamientos, Emociones, Sentimientos y Acciones) de manera que aunque vivamos en el caos, nuestro interior esté en constante paz.

Entonces, sí es posible ser felices ante el caos, sólo hay que aprender cómo hacerlo y torcerle el rumbo a los factores externos.