Creencias personales: concepto y contenido
1) Concepto: Las creencias son las reglas de tu vida. Son juicios y evaluaciones aprendidas sobre ti mismo, sobre los demás y sobre el mundo. Son principios de acción, si quieres saber qué cree una persona, fíjate en lo que hace, no en lo que dice. Creemos en la fuerza de gravedad y actuamos en consecuencia como si existiera: No tratamos de comprobarla intentando caminar por el aire. Si crees que eres una persona agradable actuarás como tal, abordaras, te mostrarás sociable y disfrutarás compartir con las personas. Las creencias están formadas por los aprendizajes personales para actuar en la vida (experiencias) y las experiencias refuerzan las creencias. En consecuencia, las creencias se pueden elegir, si te gustan los resultados que estás obteniendo, sigue actuando como hasta ahora lo haz hecho y mantén tus creencias. Pero si no te gustan tus resultados, actúa de forma diferente y cambia tus creencias.
2) En PNL, las creencias se consideran generalizaciones muy firmes y sólidas (“estructura profunda”) acerca de: a) Causalidad; b) Significado; c) Límites sobre nuestro comportamiento, capacidades, identidad y sobre el mundo que nos rodea.
Ejemplos: “El movimiento de las placas continentales provoca los terremotos” y “La ira divina provoca los terremotos” reflejan creencias distintas sobre el mundo que nos rodea. “El polen causa alergia”, “No es ético ocultar información”, “Nunca tendré éxito porque soy muy nervioso”, “Detrás de todo comportamiento hay una intención positiva”, representan también creencias diferentes.
3) Neurológicamente, las creencias se forman en el sistema limbico (SL). El SL está relacionado con las emociones y la memoria a largo plazo y –aunque es una estructura más primitiva que el neo-córtex del cerebro-, sirve para integrar la información procedente de éste y para regular el sistema nervioso autónomo, que controla funciones corporales básicas tales como ritmo cardíaco, sudoración y frío corporales, rabia, miedo, etc.
4) Como son producidas por las estructuras más profundas del cerebro, las creencias provocan cambios en las funciones fisiológicas fundamentales del cuerpo y por ello son responsables por muchas de mis respuestas inconscientes. De hecho, sabemos que creemos realmente en algo porque activa en nosotros reacciones fisiológicas: el corazón “me late aceleradamente”; las creencias hacen que me “hierva la sangre”; o que sienta un “escalofrío” en situaciones particulares, o “me tiemblen las manos cuando hablo en público”, o “sienta mariposas cuando hablo en público”, efectos todos que no podríamos provocar conscientemente.
5) Las creencias sobre mi mismo influyen con fuerza en mi eficacia cotidiana. Todas las personas tienen creencias que actúan como recursos junto con otras que las limitan. En consecuencia, un inicio clave para el manejo productivo de creencias es identificarlas con precisión para poder controlarlas y cambiarlas.
6) ALGUNAS CREENCIAS POTENCIADORAS:
- Como quiero comprender, actúo porque el cambio está en la acción.
- El fracaso no existe, sólo existe el aprendizaje. El fracaso es un juicio sobre un resultado no deseado de corto plazo, ese resultado lo que significa es que no haz alcanzado el resultado deseado todavía.
- Tengo todos los recursos que necesito, no hay personas sin recursos, solo estados mentales sin recursos.
- Toda conducta tiene un propósito. Siempre actúo para conseguir algo aunque no me de cuenta de ello.
- Tener alguna opción es mejor que no tener ninguna.
- Soy creador de mi propia realidad. Mis creencias dan forma al mundo que percibo.
- Las relaciones son más que la suma de las partes: Son el poder de la conexión.
7) ALGUNAS CREENCIAS DESPOTENCIADORAS:
- “Tengo que trabajar muy duro para ganar dinero y vivir bien”.
- Sin sufrimiento no hay beneficios”.
- “Para ser feliz tengo que ser rico”.
- “El éxito requiere tiempo”.
- “No puedo fiarme de nadie”.
- “Piensa mal y acertarás”.
- “La mayoría de las personas tiene más suerte que yo”.
- “No hay forma de superar un mal comienzo en la vida”.
- “No puedo dominar la computadora”.
- “No puedo vivir sin ese trabajo”.
- “Nunca consigo lo que quiero”.
- “Los otros son mejores que yo”.
- “No soy una persona flexible”.
- “No puedo lograr lo que quiero”.
- “Ya llegué a mis límites”.
8) ESTRUCTURA LINGÜÍSTICA DE LAS CREENCIAS:
El propósito principal de las creencias es vincular valores fundamentales de las personas con otras partes de su experiencia y con sus mapas del mundo. Por ejemplo: “El éxito requiere trabajar duro”, vincula el valor “éxito” con una clase concreta de actividad (“trabajar duro”). En cambio, la afirmación “El éxito requiere buena suerte”, vincula el mismo valor con otra causa (“buena suerte”). Como se puede observar, las creencias son declaraciones sobre relaciones entre diversos elementos de nuestra experiencia subjetiva.
Lingüísticamente hablando, las creencias –por lo general- se expresan bajo la forma de dos patrones verbales básicos, conocidos con el nombre de “equivalencia compleja” y “causa-efecto”.
- “Equivalencias complejas”: Son afirmaciones verbales, muy personales, que igualan o implican “equivalencias” (hacen equivalentes) entre diversos aspectos de nuestra experiencia (Tipo básico: A=B; o A significa B). Las equivalencias complejas implican hablar de dos o más experiencias personales como si se trataran de lo mismo, es decir, como si fuesen equivalentes. Por ejemplo: “Me siento insegura ante las figuras de autoridad” (“figura de autoridad” = “inseguridad”; o “autoridad significa para mi “inseguridad”, como si toda figura de autoridad fuese lo mismo; o como si ante toda figura de autoridad voy a responder igual). “Un corazón que en reposo late a 60 ppm es un corazón sano”. “Amar significa no tener que decir nunca lo siento”. “Está mal de salud debe odiarse realmente”: quién formula esta afirmación implica que “mala salud” es sinónimo de “odiarse a si mismo”. En su mapa del mundo, ambas experiencias son “lo mismo”.
- “Causa-efecto”: Son generalizaciones que se verbalizan con palabras tales como “causa que…”; “hace que…”; “me obliga a…”; “conduce a…”; “resulta en…”, que se refieren a las “causas y a las consecuencias de…” (Tipo básico: “X” produce “Y”). Se suelen utilizar para definir las causas del logro de determinadas metas o valores. Por ejemplo: “Pronto a la cama y pronto en pie hacen al hombre sano, rico y sabio”. Esta frase de Benjamín Franklin constituye una afirmación de varias causas que conducen al logro varios valores. “El poder corrompe”, o “El amor sana”.
MODELO BÁSICO DE DESTRUCCIÓN DE CREENCIAS
Adaptado por Alfredo C. Ángel de Joseph O’Connor (Urano, 2005) y Robert Dilts (Urano, 2003)
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